El arco central de la crujía sur del Palacio de Comares, conecta con la Sala de la Cripta, planta baja de la capilla real del Palacio del Emperador Carlos V. Es un espacio de alto valor simbólico: su planta es un octógono cubierto por una bóveda estrellada que permite unir las otras dos figuras geométricas presentes en la traza del Palacio; el cuadrado y el círculo, símbolos, respectivamente, de lo terrenal y lo celestial. Por otro lado, el uso del octógono emparenta esta capilla con la de Aquisgrán, equiparando el poder imperial de Carlos V con el de su antecesor Carlomagno.