La Sala de la Barca fue, probablemente, el espacio reservado al sultán como evidencia la presencia en esta sala de dos espacios laterales delimitados por dos arcos, que tendrían la función de alcobas, y la existencia de un retrete privado. Una puerta ubicada en la alcoba oeste da paso, tras un doble recodo, a la letrina principal del Palacio de Comares. En ella se conservan parte de los zócalos de pintura mural con trazado geométrico de lazo basado en estrellas de ocho puntas y medallones de ocho lóbulos, todo ello enmarcado por cenefas que se rematan por cintas de dos lazos entrecruzados en nudos, con adornos en forma de pera.
